miércoles, 1 de junio de 2011

Pignoise


El 27 de abril, Pignoise publica Año Zero, su sexto álbum y primero para Sony Music. Es la continuación de una carrera que comenzó en 2003 y en la que Pignoise se ha consolidado como una de las bandas más importantes de la escena pop española. “Año Zero es el disco más diferente que hemos editado en lo musical y en cuanto a textos. Si en cada álbum hemos ofrecido una evolución, en este es mucho más evidente. El trabajo de la banda sigue creciendo año tras año y sin duda pensamos que este es nuetro mejor disco de largo” dice Álvaro Benito, cantante, guitarrista y compositor de Pignoise, el trío madrileño que se completa con Pablo Alonso (bajo y coros) y Héctor Polo (batería).
Año Zero se publica en dos ediciones: 1) Estándar con 13 canciones y 2) Deluxe con 15 temas, entre los que irán aleatoriamente insertados 50 pases dorados de backstage para toda la gira de Pignoise. Cuando se escuchan las canciones es cuando cobran sentido las palabras de Álvaro Benito, porque Año Zero es el álbum más consistente, fuerte, contemporáneo e imaginativo de Pignoise, con unas letras generacionales que no vuelven la espalda a lo cotidiano y que no buscan lo fácil ni el optimismo gratuito. Es un trabajo original, con estilo propio y que reafirma a Pignoise como una banda clave del pop español de la última década.
El álbum se abre con Año Zero, una playa instrumental de 37 segundos que sirve de introducción y da paso a Todo se muere, un magnífico ejemplo de pop con poderío, energía e imaginación que sitúa el disco en la rampa de lanzamiento. Después llega Cama vacía, canción que refleja la evolución de Pignoise abordando la cuestión generacional desde una mirada diferente y con una música de gran riqueza y alto octanaje, y Culpables que comienza con noticias de informativo radiofónico en un tema que trata de la indiferencia y que musicalmente se plasma en uno de los más logrados del álbum, enérgico, imaginativo y distinto. Sigue Quiero, puro power pop, una declaración de principios de 2:35 minutos enérgica, vibrante, eléctrica y con un magnífico desarrollo.
Todo me da igual es el primer single del álbum y una canción destinada a convertirse en el himno de la decepción generacional. Marcada por una letra impregnada de escepticismo y amargura (“Porque el mundo así me hecho, vacío por dentro. Porque ladro, porque muerdo, porque soy muy perro. Soy un delincuente con los sentimientos porque todo me da igual”) y una música que toma la forma de pop duro, Todo me da igual es un magnífico tema que imprime carácter y madurez al álbum. “Habla sobre lo que vemos alrededor en el día a día, en lo que se han convertido las personas. Cada uno va a lo suyo y poco más importa, con egoísmo y sin asumir sus actos”, comenta Álvaro Benito de la canción. “Se compuso un día que Polo y yo estábamos tocando. Salió ese ritmo de batería tan característico que abre la canción y la melodía me salió casi vomitada de principio a fin. Pronto nos dimos cuenta que esa melodía tenía algo especial y después la letra la escribí con mucha calma. Quería hablar exactamente de ese tema”.
Todo me da igual sitúa en lo más alto la fortaleza de un álbum que continúa con Perdido en la oscuridad, sostenida con un riff rocanrolero a medio tiempo, de cierto sabor añejo y con sorpresa en la melodía. Sigue Entre nosotros, jugando inicialmente con guitarras más limpias en una canción contundente de desarrollo sofisticado y magnífico, con buenos juegos de voces y tratamiento contemporáneo. Desesperado es otro tema rico en sonoridades, original en las guitarras y con un estribillo que vuelve a sorprender y Lo tuve recupera el medio tiempo para endurecerse en el estribillo con un tremendo muro guitarrero.
En la recta final del álbum, Mundo muerto es otro de los temas que marcan carácter, una mezcla de brit pop con riffs de rock duro, un tratamiento rítmico con aroma high-school muy logrado y una letra de denuncia. Animal es también un tema energético, directo y vibrante, de los que ponen un concierto en lo más alto y Bajo tu suela comienza con cierto aroma Beatle y se transforma en una canción de amor que huye del tópico en la letra y de lo establecido en la música.
Hasta aquí las 13 canciones que incluye la edición estándar del álbum, porque en la edición deluxe aparecen dos temas más: Ya me canso de buscar, una de las canciones más potentes, sorprendentes y logradas del disco, con un estupendo tratamiento de las guitarras y una tremenda presión rítmica, y Nunca más seremos dos, un tema lento que se mueve en terrenos más alternativos, con guitarras consistentes y muy bien arregladas y estupendos juegos de voces.
Son las nuevas canciones de Pignoise que aparecen en las dos ediciones (Estándar y Deluxe) deAño Zero. Todas compuestas por Álvaro Benito, producidas por Dani Alcover (Dover, Amparanoia, la Cabra Mecánica, Sugarless, La Vacazul, Super Skunk… y que ya había trabajado con Pignoise en los discos Anunciado en televisiónCuestión de gustos y Cuestión de directo), grabadas en Madrid y masterizadas en Sterling Sound (Nueva York) por Ted Jensen, ganador de un Grammy en 2003 por su trabajo con Norah Jones y habitual de Muse, Tokio Hotel, Yeah Yeah Yeahs, David Bowie, Bjork, Green Day, Anastacia, Shakira, Police, Pearl Jam, Eric Clapton, AC/DC o Bob Marley, entre sus más de 2.400 discos masterizados.
Año Zero continúa una carrera que Pignoise comenzó en 2003 con su primer disco Melodías desafinadas. Luego siguieron Esto no es un disco de punk (2005), Anunciado en televisión (2006),Cuestión de gustos (2007) y Cuestión de directo (2009), grabado en vivo en la Sala Caracol de Madrid. Ahora, el 27 de abril, se publica Año Zero, su sexto álbum, el más consistente, el más logrado y que abre una nueva etapa para el trío madrileño. Como primer avance, una magnífica canción de una banda especializada en hacer grandes canciones: Todo me da igual. El himno de una generación.




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